En las tradiciones posteriores, Kali ha llegado a ser inexpugnablemente
ligada con Shivá. La forma «desencadenada» de Kali a menudo llega a ser
salvaje e irrefrenable, y sólo Shivá es capaz de domesticarla. Esto es
porque ella es una versión transformada de una de sus consortes y
porque él es capaz de emparejar su ferocidad. Sus métodos varían desde
desafiarla al baile silvestre del tandava y aventajarla, a
aparecer como un bebé que llora (apelando así a sus instintos
maternales). Sin embargo, la iconografía a menudo representa a Kali
bailando sobre el cuerpo caído de Shivá, y hay referencias sobre ellos
bailando juntos, en un estado de frenesí.
buena info...
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